Genaro apurando sus vacaciones |
La última inspección de trabajo realizada en la obras del
futuro Centro de Arte Botín han sacado a flote una serie de obreros que están allí
voluntariamente sin percibir ningún salario. Hemos hablado con algunos de ellos
y vemos que son muy dispares las motivaciones que les empujan a tamaño acto de
masoquismo.
Genaro García de 43 años estaba arto de llegar todos los días
tarde al trabajo por culpa del atasco que se produce a las horas punta. Ha
cogido las vacaciones que le quedaban para ayudar en la obra y poder ser
puntual como antes. “Al principio era emocionante atravesar las obras cada día
por un camino nuevo. Uno sabía por donde iba a entrar a la zona de obras pero el
interior era un misterio. La sinuosidad de la carretera y la incertidumbre de
una nueva ruta eran un antídoto a la monotonía." Con el paso de las semanas, los
desvíos aleatorios hacia el centro propiciaron que llegara varias veces tarde
al trabajo con su consecuente sanción. "Me sale mas a cuenta trabajar gratis en
las obras.” Sentencia Genaro.
“ME ENCANTA PONER BALDOSAS”
Piluca quiere codearse con las altas esferas |
Pilar de las Heras de 31 años se declara de Santander de
toda la vida y desde que conoció el proyecto quiso ayudar en todo lo que
pudiera. “Yo siempre he tenido mi cuenta en el Banco Santander y mi padre es además accionista. Botín me parece la persona mas maravillosa que conozco.
En un congreso le di la mano y me dijo que le gustaba mi bolso...” Comenta
Piluca con admiración. “Me encantaría trabajar algún día en algo relacionado
con la política y llegar a lo más alto para codearme con Emilio. Para llegar a
eso, papá me ha dicho que tengo que vestirme como yo sé y ponerme rodilleras si
es necesario. Así que le he hecho caso, ya tengo mi buzo rojo, mi casco a juego
y las rodilleras. Me encanta poner baldosas.”
Jose Manuel Jiménez de 58 años trabaja de becario en la
obra. “Perdí mi trabajo en la inmobiliaria hace cuatro años y me ofrecieron una
beca de prácticas en la construcción del palacio ese del Botín. Me han
prometido un contrato a media jornada si trabajo duro y un bocata de chorizo
gratis todos los días. No me puedo quejar… Además de verdad, que si me oyen
quejándome me echan.”
Ezequiel posiblemente en Jarvar |
Ezequiel Heredia de 38 años, natural de Cueto contagia su alegría
todos los días gracias a su inseparable guitarra. Dice ser el jefe de obra. “Zi
Zeñó, zoy arquiteto y er que daquí la´órdene. El Renzo ma´n viao aquí pa´que
zupervice tó. Eztudié en Jarvar y yo digo si ezta piedra v´aquí o pallá co´jone.
La obra sacabará cuando me zarga a mí de lo huevo coño, que priza ni que priza
arriquitaun!!! “ Nos dice Ezequiel dando un giro a su guitarra. Cuando se le
pregunta por su acreditación y sus títulos contesta que cuando hizo “er
judenjen de Birbao" nadie le pidió nada.
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