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Selfie de nuestro becario con el traje antiébola |
El afectado es un vecino de San Vicente de la Barquera de 54
años D.G.A. (Dionisio García Álvarez) y se encuentra en una habitación-burbuja
de un sótano secreto del Hospital Marqués de Valdecilla. El presunto infectado
fue trasladado al hospital el día de ayer desde su casa a las afueras de la
localidad cántabra. La alerta fue dada por un vecino del afectado alarmado por
el olor nauseabundo que rodeaba la casa de “Nisiuco”, que fue encontrado
semidesnudo tirado en el baño balbuceando algo sobre unas anchoas.
Un becario de Cantabria Today al que tenemos poco afecto ha
sido el encargado de entrevistar al paciente. Para acceder a la burbuhabitación
(nombre técnico de la estancia) es necesario ponerse un buzo blanco de los del
chapapote y una máscara antigás de esas que te pareces a un mosquito gigante.
La estancia no tiene ventanas y consta de una camilla,
lavamanos y un retrete de los de orinar de pie. En las paredes hay unos posters
de Cantabria Infinita y un calendario de gatitos de 1997 para alegrar el
ambiente. También hay unos dibujos extraños en la pared izquierda hechos con una especie
de pintura de dedos negra. Nisio lleva puesta
una bata de hospital con el trasero al aire y su única compañía es un canario que
parece de cera metido en una jaula.
Becario de Cantabria Today: Buenos días Dionisio.
D.G.A.: Por fin una visita, ¿Puedes sacarme de aquí?
C.T.: Errr… No… Vengo a hacerle una entrevista.
D.G.A.: Mmm vale, vale. Perdone la guarreria, no me dan
papel de culo y me tengo que limpiar con lo que pillo.
C.T.: ¿Me puede relatar como sucedió todo?
D.G.A.: Yo salí a pasar el día por el monte con mi perro
Rufo. No tenía nada para comer luego, así que me acordé que hacía dos semanas
hice una tortilla de patatas y la dejé fuera de la casa para que se templara.
No podía dejar que pasara un día más antes de comerla ya que se podía poner
mala. De hecho le puse por encima bastante mahonesa del tarro que me regalaron
en la expo para darle saborcillo. Durante el paseo no me crucé con nadie salvo
con un negro que no conocía de nada. Probablemente me infectó el muy cabrón.
La jornada transcurrió con normalidad salvo ese detalle
hasta que de vuelta para casa se me escapó una pedosidad estilo anaconda. Y
Rufo, que iba atrás mío, salió escopetado llorando.
C.T.: ¿Estilo anaconda?
D.G.A.: Ya sabe, de esas que no se oyen ni se ven, pero
cuando te quieres dar cuenta has muerto axfisiado. Me dicen que han encontrado
a Rufo nadando en el mar rumbo a Inglaterra …
C.T.: ¿Y que pasó después?
D.G.A.: Al llegar la noche no tenía ganas de cenar y empezaron
a salir ruidos muy raros de la tripa como si el ébola me hablara y me pasé la noche en el baño.
C.T.: ¿Haciendo de vientre?
D.G.A.:(Nisio mira fijamente al entrevistador) No… mas bien cagando.
De repente empecé a ver luces de colores y se me apareció Revilluca a regalarme
unas anchoas. Me dijo que vendiera las acciones del Santander y luego me
desperté aquí.
En este momento Dionisio pone cara como de llevar la real
siendo postre y se oye como un escape de gas acompañado de burbujeos. Al
momento el canario se da la vuelta y se queda colgado boca abajo.
D.G.A.: Perdón. Se me va la vida por el culo. Puto ébola…
Según la dirección del hospital, Dionisio se quedará
encerrado allí uno o dos años independientemente de que sea ébola o alguna otra
cosa. Nuestro becario se quedará para sustituir al canario.